martes, 15 de noviembre de 2016

¿Qué hacemos con el Sr. Trump?

¿Nos puede ir peor de lo que ya nos ha ido? El triunfo de Trump en Estados Unidos abrirá sin duda alguna mucho trabajo para la diplomacia mexicana, no es para menos, se espera que el hoy próximo presidente de los EE.UU. deporte en su primer anuncio algo así como tres millones de inmigrantes. Desde la campaña Trump se convirtió en un personaje escandaloso por sus comentarios xenófobos, misóginos y por su extravagancia forma de comportarse. Eso no es novedad, los pueblos y naciones tienden a orientarse según tres tipos de poder, el tribal, el individual y el simbólico. En el primer caso, los puntos fuertes están en la conciencia de grupo, el sentido de pertenencia a una familia, grupo étnico, religión y nación. Los puntos fuertes están en la lealtad, la fuerza de la unidad, el sentido de pertenencia, lo normativo; pero los puntos débiles de éste están en el patriarcalismo, conformismo, rigidez, xenofobia. En el segundo caso, está relacionado con nuestra identidad emocional y psicológica, sus puntos fuertes son el ingenio y la creatividad, pero sus puntos débiles son el narcisismo, la tendencia a polarizar entre bien y mal, oriente y occidente, etc. Finalmente, el poder simbólico nos permite ver las cosas en términos impersonales, éste nos eleva por encima de la materia y nos remite al concepto de energía y el espíritu. El pueblo americano ha elegido al parecer lo que realmente le representa su parte más débil, el espíritu tribal de la parte más negativa, la que reclama un retorno a lo que durante años sus gobernantes le han negado por estar tan ocupados en guerras en Irak, Siria, entre otros. Nunca miré a Donald Trump como un personaje extravagante, sino como un símbolo preocupado por asuntos domésticos tales como la economía, la inmigración, las amenazas externas, etc.  El americano común, el que no ha salido de su país, el que pasa tiempo defendiendo su país fue abandonado por la clase política belicosa. Los atentados del 11 de septiembre, las grandes matanzas en colegios, otros atentados en Boston han construido un sentimiento nacionalista americano que ha encontrado en Trump su mejor referente. Lo que suceda de aquí en adelante puede ser catastrófico dependiendo la lente con la que se le mire. Aún recuerdo las palabras de Richard Nixon en aquel viejo libro que escribió “La verdadera guerra La tercera guerra mundial ha comenzado”, editado por editorial Planeta; donde anunciaba sus dos preocupaciones fundamentales, la primera que es igual que la segunda, se refería a que si Estados Unidos entrara a una guerra seguramente la perdería, igual que si no entraba a ella de todas maneras la perdería (p.9). y se refería principalmente a la pérdida del liderazgo norteamericano, pero apuntaba a un hecho fundamental a esta derrota, el asunto moral. El debilitamiento de la moral de sus liderazgos y de su pueblo. Efectivamente Nixon fue parte actora en la guerra de Vietnam en los años sesenta y setenta  donde Estados Unidos salió derrotado; los cincuenta y ocho mil militares muertos de esa cruenta guerra seguramente bajó la moral norteamericana. Entonces seguramente la geopolítica va a tener un giro importante, quizá porque Estados Unidos ha perdido el liderazgo económico frente a potencias como China y Rusia, por otra parte México siempre ha sido el patio trasero de los Estados Unidos, lo que significa que las relaciones diplomáticas serán complicadas principalmente cuando nuestro país es gran parte responsable del trasiego de drogas hacia allá, me parece que va a ser la parte más difícil. La pregunta es ¿Qué vamos hacer con el Sr. Trump? La diplomacia mexicana no se le ve talento para negociar, la imagen de Enrique Peña Nieto fue muy débil cuando lo recibió antes de las elecciones.  La deportación en caso de que la cumpla va a afectar bastante en lo económico a nuestro país, de la misma manera a otros aspectos, como el social, cuando justamente la violencia ha generado oleadas masivas de migración. No va estar fácil lo que viene, el ajuste económico al paquete del presupuesto de 2017 prácticamente va a afectar al país y al ingreso de los mexicanos que ya de por sí se han ajustado el pantalón frente a las mal logradas reformas y promesas que no se han cumplido entonces ¿Qué nos espera en Enero? Los tiempos lo dirán, pero lo peor ya no has pasado, lo que pasó en Estados Unidos no podría ser peor, es tiempo de ser creativos y buscar hacer de nuestro país algo diferente, pues, entre mayor aportación hacemos menos tendremos que entrar en pánico de lo que pase en nuestro país vecino. 

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