sábado, 27 de julio de 2013

Escribir y leer los dos actos de un mismo sujeto (publicado en revista somos http://somosrevista.es.tl/ )



En el fondo de un libro hay una forma de pensar, de percibir,  de alguien al que se le denomina escritor. Se escribe lo que se vive, lo que se mira, lo que se siente; por eso escribir, es un arte, difícilmente atrapado por los prejuicios, pero sin lugar a dudas cambiado por la era de la tecnología. En el fondo de los sepulcros habitan los muertos quienes ya abandonaron la palabra, ya no resulta peligroso hablar. Esa intimidad con el otro mundo no es la misma de los vivos, hablar y escribir resulta hasta peligroso. Hablar es un discurso sobre el “otro” sobre el objeto al que hay que transformar, por eso resulta un peligro porque no está legitimado por ningún poder, que no sea el de la persona privada que hace pública su práctica de la escritura y de la lectura. La programación neurolingüística ha planteado la idea de que construimos un modelo (mapa mental) de la realidad (territorio); es decir, el mundo que nos representamos no es el mundo que es, sino el modelo que creamos. Así,  escribir es  entonces el mapa de nuestras emociones, pasiones, prejuicios, percepciones, sensaciones, fantasmas del pasado, etc. Y el territorio es el objeto donde recae la acción de escribir, es decir, el fondo de nuestra motivaciones y sentires de todas esas historias personales. Durante el siglo XVIII la escritura y la lectura emergieron ante la necesidad de abrir una esfera crítica frente a la autoridad del Estado; la necesidad de un espacio donde las personas privadas puedan ejercer el derecho de hacer pública su razón.  Las esferas de lo público y lo privado son esenciales para la definición de la cultura local o nacional, en otras palabras, escribir y leer puede determinar el tipo de cultura o de Estado que queremos. Sin embargo, es preciso hacer notar que al escribir no pasa lo mismo que leer. La versión de Cassany, Daniel (2008) es que hay tres perspectivas para entender el significado de un escrito: la perspectiva lingüística que parte de la búsqueda del significado del texto; la perspectiva psicolingüística que busca inferir, es decir, completar, comprender el significado del texto; para la primera leer es una operación gramatical y léxica, para la segunda requiere desarrollar los procesos cognitivos para construir los significados además de conocer el léxico y la gramática y finalmente, la perspectiva sociocultural leer es conocer la situación del discurso, la comunidad cultural de significados, la retórica de cada comunidad y la diversidad de interpretaciones (Cassany, 2008).  En este sentido la metáfora del Iceberg servirá para ilustra esto, la punta del Iceberg es la perspectiva lingüística y la psicolingüística y el fondo es la perspectiva sociocultural. Hagamos realidad el arte de escribir para poder leer y así cambiar nuestras condiciones socioculturales.

Alejandro Cruz Solano
d_alessandro1968@hotmail.com